Laicos Benedicto XVI

Participación foro MARIA VICTORIA CRISTANCHO ACOSTA
Primero quiero hacer un contexto de mi participación desde el aprendizaje del semestre anterior, la participación en la pasada sesión de apertura de las clases y haber leído el documento sobre la Sagrada Liturgia. En la liturgia y ritos se lee que la Santa Madre Iglesia atribuye igual derecho y honor a todos los ritos legítimamente reconocidos y quiere que en el futuro se conserven y fomenten por todos los medios.

Que Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, para eso envió a su hijo para evangelizar y curar a los pobres y contritos de corazón, como médico corporal y espiritual.
La humanidad de Cristo fue y es el instrumento de nuestra salvación Cristo fue enviado por el Padre, Él a su vez envió a los Apostales a predicar el Evangelio a todos y anunciar que el hijo de Dios con su muerte y resurrección nos libró del pecado y la muerte, y nos condujo al reino del Padre Celestial. La iglesia se realiza por la liturgia, con la participación activa de todos los
consagrados, religiosos y laicos. Nosotros somos hijos de Dios, nacemos a la vida para Él, para cumplir una misión y luego de cumplida, debemos volver a ËL.
La vida de la persona se compone de dos aspectos: vida espiritual y vida corporal o material. Aspectos propios del vivir desde que se nace hasta que se muere. La formación en el aspecto espiritual y material se inicia en los hogares, por eso decimos que somos cristianos católicos por transferencia de la fe. La formación en el campo espiritual y material se da según las circunstancias de vida de cada persona. Existe una gran diferencia entre las oportunidades de crecimiento espiritual en colegios públicos o privados con orientación religiosa, que los que no la tienen. La magnífica exposición hecha por la Profesora Gladys Cuellar Ibañez, a quién felicito y le hago un reconocimiento de su testimonio laical, porque su compromiso de vida física y espiritual, lo llevo a su ejercicio profesional. La profesora Gladys, tuvo influencia por su diario vivir, de temas sociales y de compañía espiritual y orientación religiosa; pudo haberse quedado y limitado solo al cumplimiento del deber para el que fue contratada, Ética y Acción Social; sin embargo, ella cubre en el tema social, el campo espiritual y corporal, fortalece actitudes y aptitudes, para hacer, para vivir y para servir, aportando este conocimiento a las personas que acompaña y ha acompañado en su labor como
docente y administradora.
También es importante contextualizar que en el paso de los años, la falta de oportunidades para algunas personas, la desigualdad social, el ambiente político, el flagelo del narco tráfico, la corrupción, la difusión de la ley de los Derechos de los Niños sin ser contextualizada con los deberes, las nuevas leyes sobre la educación, la libertad de cultos, la despenalización del aborto; la entrada de nuevas comunidades cristiana, el avance de las tecnologías, las modas, las nuevas estructuras de las familias, las modernas maneras y costumbres adoptadas para vivir a la moda y para “vivir bien”, etc. , etc…., ha traído grandes consecuencias y ha impactado la sociedad en lo moral, ético, político, religioso, social y cultural, entre otros. Por ello, algunos padres de familia y docentes se han inclinado y afanado más por la formación en el conocimiento, para aprender, aplicar y desarrollar un arte, oficio o profesión, dejando de lado la formación y participación en las actividades religiosas, reduciéndolas únicamente a la participación en la Sagrada Eucaristía (a veces social, asistencia solo de cuerpo presente por los diferentes distractores tales como música súper ruidosa, manejo y oportunidad de saludos y visitas dentro del templo, el uso del celular en plena Eucaristía, etc., etc….) de los domingos y fiestas de guardar y algunos sacramentos. También, otras prácticas religiosas se han ido diluyendo, como la de rezar el rosario de manera personal, en familia y en las iglesias; hacer el viacrucis, participar en las procesiones, usar medallas, escapularios y el agua bendita, entre otras. Igualmente debemos referirnos a la formación litúrgica del pueblo fiel, que hoy se hace con mucho esfuerzo en las parroquias y grupos, pero no cuenta con medios de difusión masivos. Son pequeñas comunidades en cada iglesia y muchas veces su desarrollo depende del carisma del sacerdote. Aunado a lo anterior, la exigencia de formar con el testimonio y el ejemplo, condición del deber ser de cada sacerdote, en algunos casos no se cumple, afectando gravemente a la iglesia.

Todo lo anterior muestra a groso modo, la necesidad que tenemos cada uno de trabajar paralelamente la formación y el crecimiento espiritual y corporal porque de Dios venimos y a El vamos a regresar. Para esto la iglesia, desde 1965 con el Concilio Vaticano II, marco el rumbo para que
todos pudiéramos conocer y amar más a Dios, pero el entorno social que se vive ha impactado notoriamente a adultos, joven, adolescentes y niños, por falta de oportunidades en la familia y en la misma iglesia, en las Parroquias y Diócesis de cada municipio, para mantener al mismo tiempo el estudio para la vivencia de la espiritualidad y la fe, con la de su formación para vivir, para auto contenerse, responder por sí mismo y por su familia.
¿Nos preguntamos entonces?
Que debemos hacer para que de hacerlo se logre:
1. ¿El compromiso de todos los consagrados, religiosos y laicos, frente a lo mandado y realizado en el documento Constitución sobre la Sagrada Liturgia, del Concilio Vaticano II, de actualidad a pesar de los años trascurridos?
2. ¿Ser coherentes como laicos cristianos católicos en el vivir, desde el pensar, decir y hacer?
3. ¿Visibilizar el nivel de responsabilidad que todos los laicos tenemos; unos por acción, otros por omisión y otros por indiferencia, para que se imparta y se participe en la formación espiritual que todos necesitamos, de manera más oportuna y masiva como lo manda la Iglesia?
4. ¿Desarrollar un trabajo que fortalezca la formación espiritual de los laicos padres de familia en su rol de educadores, formadores y forjadores de familias, soporte y eje principal del comportamiento social y vida en comunidad?